Se trata de una réplica del que diseñara Leonardo da Vinci en el Códice Atlántico f. 69ar y 71v (1487–1489). No necesita ningún tipo de elemento de unión : ni cuerdas, ni cables, ni clavos, ni pernos ni nada. Se aguanta a sí mismo gracias al rozamiento y la gravedad , a su propio peso. Las muescas que tiene el de la ETSAC en realidad no son necesarias, aunque eso sí, facilitan el montaje. El diseño responde a la necesidad de construir puentes de no demasiada luz, fácil y rápidamente a base de piezas cortas . Piezas sencillas de trasladar o ni eso si había árboles en los alrededores del obstáculo. Podría parecer que se trata de una anécdota, una curiosidad con la que asombrar a la concurrencia montando uno a base de palillos mientras se toma un café. Pero existen puentes autoportantes reales que copian el diseño de Leonardo , como este peatonal de Morsø en Dinamarca.